jueves, 17 de octubre de 2013

LIKE A ROBOT

Damas y caballeros: la cabeza de este gato no funciona bien.

(Suddenly, in my head)

Lo sé, ¿a qué no lo esperabais? Completamente sorprendente, ya veis.

¿Qué cómo me he dado cuenta? Pues bien, según parece, soy un discapacitado del amor. Así, tal como suena. He llegado a la conclusión de que soy completamente incapaz de sentir algo más que pura amistad por alguien. Bueno, quizás amistad y tensión sexual (resuelta o a resolver, depende del consumidor).

No me resulta un problema ahora mismo, la verdad. En realidad es más como un consuelo. Después de haber sido apaleado tantas veces, a este gato envidioso lo último que le hace falta es otra paliza para terminar bien el año. Y enamorarse solo trae problemas. Eso que me ahorro.

No sé cuánto durará este estado, no sé tampoco si echaré de menos los vaivenes y las sensaciones que produce el estar enamorado, no puedo hacer otra cosa si no esperar y observar cómo evolucionará esta situación.

Quién sabe, quizás sea lo que necesito ahora mismo.

Perdón por la entrada introspectiva, pero a veces necesito ordenar las ideas que pasan por mi cabecita. Que tengáis una buena noche.

sábado, 12 de octubre de 2013

HOMEWRECKER

Llevaba un tiempo sin venir por aquí, lo siento, pero he estado muy ocupado entre clases y demás problemas. Pero no os preocupéis, todo está genial por mi parte. Este gato envidioso está cada vez más cerca de convertirse en un gato pastelero.

Os preguntaréis a que viene el título de esta entrada. Pues bien, si no os habéis dado cuenta, todos los títulos vienen por alguna canción. En este caso, he decidido nombrarlo en honor a la canción de Marina & The Diamonds. Creo que según está mi vida últimamente, esta canción me define como ninguna otra lo ha hecho.

He llegado a la conclusión de que la vida en pareja es algo que está fuera de mi alcance. O no encuentro a la persona adecuada, o cuando la encuentro muta en un monstruo aterrador, o cuando hay alguien genial, soy incapaz de enamorarme de esa persona... Por eso, a estas alturas de mi vida, he decidido quedarme tranquilito, sentadito con las manitas así: 


Y que llegue lo que tenga que llegar. Que uno está cansado de perder el culo por niñatos estúpidos que no saben apreciarte. No está hecha la miel para la boca del asno. Ni tampoco los gatos. Los gatos no deben juntarse con asnos.



Este gato se despide. Quién sabe, con lo caótica que es mi vida, quizás la próxima vez que escriba, esté casado y con hijos. Si eso pasa, matarme. Por favor. Un abrazo felino. Os dejo la canción, y así me entendéis a little better