Suelo tener una sonrisa en la cara, siempre. De hecho, este rinconcito lo uso para poder mantener esa sonrisa y no preocupar a las personas que me rodean. A veces lo consigo, otras veces no... Pero lo intento. Porque lo poquito que puedo hacer es sonreír.
Además, me gusta.
No suelo preocuparme por cosas triviales, aunque a veces, por muy duro que seamos, algo muy nimio puede derrumbarnos. Pensad en la Estrella de la Muerte. Una fortaleza impenetrable. Se colaron por una rendija. Cagada espacial. Dio para 3 peliculones, 3 películas (a secas, no quiero levantar ampollas) y miles de dolares... ¿Qué hago hablando de La Guerra de las Galaxias?
Bueno, I'm here again. A lo que quiero llegar es a que no siempre se puede ser fuerte, a veces necesitamos derribar nuestra fortaleza impenetrable, y ser humanos. O gatos. Prefiero ser un gato, es más divertido. De veras, deberíais probarlo.
Intentaba escribir algo que no fuese la mierda sensiblera de siempre, y bueno, hoy me ha salido esto. Pero me mola, así que lo voy a publicar para que todos veáis como funciona mi cerebro. Osea, mal.
Un abrazo felino. Meow.