sábado, 14 de septiembre de 2013

SOMEDAY

Algún día. La frase que yo (como muchos de vosotros, seguro) me repito constantemente, como si de un mantra se tratase.
Y no, hoy no quiero escribir una entrada depresiva. Simplemente quiero regalaros un poquito de optimismo, porque no siempre lo podemos verlo todo negro. Aunque convine con todo. ¿No creéis? 

Vale, puede que ese "algún día" no se cumpla pronto. Puede que no acabe cumpliéndose. Pero nos da las esperanzas para seguir hacia delante, esforzándonos por no caer. Incluso puede que ese "algún día" que no se cumple, cambie y se metamorfosee a algo mucho mejor para nosotros y que nos cambie la vida para siempre.

Quizás cuando os repitáis "algún día" os refiráis a una persona, a un lugar, a un estado de ánimo... Sea lo que sea, fijad ese objetivo como una meta. No la única, pero sí una muy importante. Os hará fuertes, de eso estoy seguro. Será la cuerda que os ayude a salir del pozo cuando dejéis de ver la luz. Perseguid ese ente como un gato que persigue un ratón. O como un psicópata persigue a su víctima. O como una chica persigue los zapatos perfectos en Rodeo Drive. Elegid la metáfora que os plazca. Yo me quedo con la del gato (¿sorprendidos?)

Espero que el "pedacito de mí" que os ofrezco hoy os sirva de ayuda. Al menos en el rato que le habéis dedicado a leerlo no os habéis drogado, ni habéis delinquido. Es un momento aprovechado, eso sin duda.

Hoy no hay imagen para ilustrar esto. Así que imaginad un unicornio, por ejemplo. Meow.

No hay comentarios:

Publicar un comentario