Sobre mí, no hay mucho que decir. ¿Por qué un gato? Me gustan los gatos. Son ágiles, independientes, agresivos y cariñosos a partes iguales... Me identifico de alguna forma con los felinos. ¿Por qué envidioso? Realmente no lo sé... No sé por qué llego a sentir envidia de algunas personas, pero me gustaría no sentirla. Creo que gran parte de la culpa la tiene mi baja autoestima. ¿Un gato envidioso y altanero con baja autoestima? Pues sí, efectivamente.
Existo. No vivo, pero existo.
No sé que futuro me espera, ni a mí, ni a este blog. Tan solo espero que sirva el propósito al que está destinado: ser mis alas, mi espacio vital. Esa bocanada de aire que tomamos después de estar mucho tiempo buceando, casi al límite de nuestra capacidad pulmonar...
Sí, a este gato le gusta el agua.
Y tú, seas quien seas, eres bienvenido.
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